Benito Juárez

Chihuahua, enero 9 de 1865

Sr. Gral. don José María Patoni
Mi querido amigo:

Por su grata de 28 de diciembre último y por la comunicación oficial que dirigió al ministerio de la Guerra, quedé impuesto con suma satisfacción del importante triunfo que alcanzaron nuestras fuerzas sobre los franceses y los traidores el día 22 del mismo mes. Corresponde a usted la felicitación que me dirige con este motivo y deseo que este hecho de armas sea el principio de la resurrección de la república y de la marcha triunfal de nuestras tropas hasta las playas del atlántico.
Por el mérito distinguido que ha adquirido el coronel Rosales rindiendo al invasor extranjero en defensa de la independencia nacional, le he conferido el ascenso de general de brigada del ejército de la república. Mandé el despacho que se servirá usted entregarle a nombre del gobierno legítimo de la nación, que sabe estimar y apreciar el mérito de sus leales servidores. Espero la relación de los demás jefes y oficiales que, a juicio del Sr. Rosales, deben premiarse con el ascenso o grado respectivos, para concedérseles; así como la de los muertos o inutilizados para acordar la pensión que, conforme a las leyes, corresponda a los segundos y a las familias de los primeros. También espero que me mande usted el parte oficial de la derrota de Vega, con la relación de los jefes y oficiales que se distinguieron en el combate para acordarles el ascenso que, a juicio de usted, merezcan. Si es cierto que el Gral. Corona derrotó las fuerzas de Lozada, mándeme usted el parte para acordar lo conveniente.

Reservado:
Celebro mucho la determinación de usted para pasar a hablar con Rosales, pues de ese modo podrán allanarse las dificultades que éste presentaba para cumplir las órdenes del gobierno.
Con la autorización que mandé a usted por extraordinario y por la vía de Guadalupe y Calvo el día 2 del corriente para arreglar este negocio y, con vista de los servicios que ha prestado últimamente Rosales, será ya más fácil un término cualquiera, que salve el decoro y dignidad del gobierno.
Dije a usted que Sánchez Ochoa, por tener que desempeñar otra comisión importante del servicio público, podrá estar en el gobierno de Sinaloa unos cuantos días y a su separación podrá usted ahora, si lo cree conveniente, en vista de las circunstancias, nombrar interinamente a Rosales. Digo interinamente porque todavía nos queda que arreglar la legal separación del Sr. García Morales, quien, como dije a usted antes, es probable que insista en su renuncia para evitar dificultades, pues es persona de patriotismo y buena intención. No sé si habrá perfecto acuerdo entre Corona, Rosales y demás jefes que militan en ese estado y acaso ahora por el ascenso de Rosales se despierten celos y rivalidades que, en mi concepto, se evitarían tomando usted el mando en jefe en uso de la autorización referida que le mando ahora por duplicado. Esta medida nos traería la ventaja de la unidad de mando y de que pueda usted sin obstáculo atender a Durango con parte de las fuerzas y recursos de ese estado.
Manifesté a usted últimamente que ni Carbajal ni Quezada habían seguido su marcha al estado de Durango, porque el primero, estando ya en el valle, me avisó que el día 21 de diciembre comenzaba ya a salir de Durango la expedición para este estado y el de Sonora, compuesta de 5,000 hombres al mando de Castagny.
Por supuesto que era exagerado el número, pues en Durango no había reunido el enemigo, contando con los traidores, más de 2,500, según todos los datos que por distintos conductos hemos estado recibiendo; pero parece que la tal expedición no ha salido para este estado sino para Mazatlán, según otras noticias posteriores que se hacen más probables con el hecho de que, habiéndose asegurado que el día 21 comenzó a salir la expedición, no hay noticia de que haya llegado a la Barca, por lo menos. Hoy debe llegar el correo del valle y si se supiere algo importante respecto del avance del enemigo lo diré a usted en posdata.
Respecto de los prisioneros franceses, ya se dice a usted que los remita a Sonora para que el Sr. Pesqueira mantenga, con la seguridad correspondiente, a los jefes y oficiales y tropa que no debe canjearse sin expresa autorización del gobierno. Se deja al arbitrio del Sr. Pesqueira situar la clase de tropa en fuerzas que sean compatibles con la seguridad y subsistencia de los soldados y aun en caso indispensable permitir a éstos que pasen a los Estados Unidos, previo el juramento o protesta de que no volverán a tomar las armas contra la república.
Esto se dice en nota reservada al Sr. Pesqueira. En cuanto a los jefes y oficiales, el gobierno se reserva disponer de su suerte según las circunstancias, sin canjearlos ni ponerlos en libertad.
No se ha dispuesto que se fusile a esos jefes y oficiales, como podría hacerse y se ha mandado a hacer con los jefes y oficiales mexicanos traidores sólo porque el gobierno quiere dar la última prueba de civilización y respeto a las leyes de la guerra; pero si, a pesar de esto, el enemigo siguiere su brutal sistema de fusilar a nuestros jefes y oficiales sean de la clase que fuesen, nuestros generales y jefes quedan autorizados para usar de represalia.
Así se comunica a usted y a los demás generales del ejército.
Soy de usted amigo afectísimo que besa su mano.
Benito Juárez

Aumento:
Llegó el correo del valle y no se confirma la venida de la expedición.
También llegó el parte oficial de Rosales y ya mando los despachos de los jefes y oficiales que recomienda.
Juárez